Una semana, una semana dura para Jungkook trabajando desde casa y Jimin con un nuevo empleo en una gran librería & café.

Jimin estaba agradecido con el amigo de Taehyung. Xu Minghao, un delta igual, era dueño de una librería. Jimin sabía que Taehyung había hecho grandes amigos a lo largo de todos sus trabajos, y era feliz de que su mejor amigo siempre estuviese rodeado de buenas personas, los conocía y eran verdaderamente agradables.

A pesar de ello, nunca se sintió excluido, ya que los doce amigos más cercanos de Taehyung, siempre lo integraban para todo. El grupo de su mejor amigo era muy diverso, habían alfas, omegas, deltas, betas y alfas puros.

De pronto un chico enérgico entró corriendo a la biblioteca, gritanto:

―¡Jimin, están contratando! ¡Jimin, están contratando! ―un pelinaranja de ojos pequeños entró corriendo con su celular a mano alzada.

Jimin sonrió, era uno de los betas amigos más energicos de Taehyung.

―No grites en mi librería, más bien, en ninguna ―regañó un peliplateado, Xu Minghao, mirando al pelinaranja por sobre sus anteojos y un libro en mano.

―Lo siento Hao, pero es importante. ¡Es muy importante para Minnie!

Minghao negó rendido. Sabía que no podía callar nunca a su amigo. Se acercó dejando el libro en el escritorio de Jimin para mirar al pelinaranja.

―Escúchame Jung Hoseok ―dijo el delta sonando amenazante, señalándole con el índice―, vuelve a gritar en mi lugar y te saco a patadas.

―Hobi hyung... Minghao hyung lo acaba de llamar por su nombre completo... —susurró Jimin algo nervioso.

―Lo sé... ―susurró e hizo una pequeña reverencia a su amigo―. Lo siento Hao ―habló más bajo.

―Ahora habla, qué es importante para Jimin ―se colocó a un lado del rubio y ambos miraron a Hoseok con duda.

El pelinaranja sonrió y le hizo zoom a la pantalla de su celular ―Están contratando, un amigo que trabaja de mayordomo me contó lo cuan estresado estaba su jefe por no encontrar quien cuide de sus siete hijos.

―¿Yoongi? ―preguntó Minghao.

―¿Siete hijos? ―cuestionó Jimin.

―¿Alguna vez trabajaste de niñera? ―se dirigió Hoseok al rubio―. Y sí, fue Yoongi quien me dijo.

Minghao asintió comprendiendo ― Va a venir hoy, quiere que le entregue algunos libros que apartó para su tiempo libre.

―Nunca intenté cuidar niños... Jamás me consideré bueno en eso ―respondió Jimin.

―Tal vez lo eres, debes intentarlo —animó Hoseok.

―No creo que sea buena idea... Son siete niños

―¿Por qué? ―preguntó Minghao―. Tienes talento con las personas, me traes clientes que nunca creí ver por aquí ―señaló una mesa con cuatro chicas mirando a Jimin. Estas estaban bien arregladas y algunas con libros al revés―. Vienen exclusivamente en tu turno pero se llevan de uno a dos libros diario.

Jimin les saludó con verguenza y miró a Minghao ―Hyung, no creo que vengan por los libros.

―Tal vez no pero compran la mercancía así que está bien por mi ―respondió encogiéndose de hombros.

Hoseok sonrió ―Lo ves, vamos debes intentarlo, la paga es increíble —desprendiendo un aroma suave a narajas por la emoción.

―¿De cuánto? ―habló Minghao―. No le pueden pagar más que yo ―se cruzó de brazos, negándose a dejar ir a su mejor trabajador.

―Seis mil wones... Por hora.

Los ojos del peliplateado y Jimin se abrieron a la par.

―Eso es el triple de lo que me paga Minghao... ―dijo Jimin y Hoshi asistió con una sonrisa.

―Perdí, no tengo tanto dinero —frustrado se quitó los lentes―. A veces envidio a las familias ricas ―dijo en otro idioma, chino. Luego tomó el libro y fue a colocarlo en su lugar.

―¿Realmente se enfadó? Cuando lo hace tiende a hablar en su idioma natal —dijo Hoseok―. No sé que dijo pero seguro se quejó de algo.

Jimin asintió ―Sonó molesto.

―Lo estoy ―afirmó el peligris―. Si tuviese más dinero te pagaría más, y le daría un buen empleo a Taehyung —dijo mientras se servía una taza de té.

―Jiminnie... Apreciamos que nos hayan contado su crisis, pero si hubiesen hablado antes los hubiésemos ayudado desde un inicio. Nos dolió cuando ambos solo se alejaron y ni siquiera nos contactaban, los amigos están para apoyarse y todos estamos intentando hacer algo ―dijo Hoseok.

―Dicen que no querían preocuparnos o molestarnos, pero jamás será una molestia, de haberlo sabido te daba este empleo desde antes. Es normal que los amigos se preocupen por otros amigos, y no es inevitable, aún así lo entiendo pero no es malo pedir un poco de ayuda ―suspiró Minghao para luego tomar un sorbo de su taza.

―Lo siento hyung's ―dijo el omega apenado―. Estamos muy agradecidos con ustedes por los empleos que nos dieron, Taehyung se ve contento trabajando en la cafetería de Wonwoo y Seokjin tiene un lugar acogedor aunque pensamos que debería tener su espacio con Namjoon ―rió un poco―. Igualmente supimos que Cheol tiene una cadena de departamentos a su cargo, Jeonhan nos ayuda con eso ahora.

―Woozi está en el extrangero pero está dispuesto a ayudar también al igual que Mingyu, ahora que son hombres de negocios viajan juntos pero son dueños de cosas diferentes.

―Y Dino tiene una escuela primaria enseñando el último año, puedes preguntarle a él si se trata de niños. Jun trabaja en una guardería, ellos saben mucho de ese tema ―Hao se encogió de hombros.

―Lo que queremos es que entiendan la ayuda que tienen a su alrededor, ninguno está solo en esto ―Hoseok tocó el hombro de Jimin―. Cuando alguien te ofrece su ayuda no es lástima, son cosas sumamente diferentes y es muy notorio cuando te ofrecen alguna. Te aseguro Jimin, que lo de nosotros no es lástima.

―Jamás lo será ―siguió Minghao dejando la taza a un lado―. Toma el empleo que dice Hoseok, suena bien, te ayudará mucho.

Jimin lo pensó un momento.

De pronto un hombre pelinegro y vestimenta formal se acercó a ellos con mirada cansada ―Tengo tan solo diez minutos de descanso ―se quejó un poco al llegar a los tres chicos.

―Aquí tienes ―Minghao colocó tres libros en el escritorio―. Debes devolverlos antes de la fecha límite, ya sabes como funciona.

Yoongi asintió y miró a Jimin ―¿Ya te dijo Hoseok? Dime que aceptas —parecía casi rogar.

―Yo aún no me decido... Los niños es algo muy diferente a los trabajos que he realizado antes.

―Vamos, necesito a alguien para ese puesto, el señor Jeon me está matando de trabajo ―reprochó―, cuando está de mal humor se desquita con todo a su alrededor y ese soy yo.

―¿Pero qué se supone que diga? No tengo experiencia con algún tipo de niños, me harán una entrevista y no sabré que decir.

―¿Y si Yoon te recomienda? ―sugirió Minghao.

―Es verdad, Yoongi lleva trabajando con la familia Jeon desde hace años —asintió Hoseok―. Seguro te acepta por ser recomendado por alguien de confianza.

―¡Perfecto! ―aplaudió el alfa. Miró a su amigo peligris y parecía sacarle los ojos con la mirada―. Lo siento Hao ―rió nervioso y después continuó―. Entonces... ¿Sí? ―vió a Jimin con ojos esperanzadores.

―¿Se necesita algún tipo de educación terminada? Recuerden que no pude acabar mi universidad... ―dijo con verguenza.

―Eso no importa, Minnie ―negaron Hoseok y Minghao.

―Es lo de menos, créeme que el señor Jeon estará tan desesperado en contratarte que ni siquiera preguntará sobre eso.

―¿Y si lo hace? ―preguntó nervioso.

―Bueno... Di que si entraste a la universidad y la carrera que estudiaste.

―Lo cual no es mentira ―apoyó Hoseok a Minghao―, solo omite que no pudiste seguir.

―Y yo hablo por ti, no te preocupes, pero por favor acepta ―Yoongi juntó sus manos.

Jimin rió y luego asintió ―Está bien.

Yoongi y Hoseok miraron a Minghao rogando por explotar en un grito de celebración. El delta suspiró, a pesar de ser el menor entre ellos a veces admitía que sus hyung's parecían niños. Solo asintió con una sonrisa.

―¡Gracias Jiminnie! ―exclamaron los dos chicos abrazando a Jimin y el cual rió abrazando a sus hyung's.

Los clientes que se encontraban ahí fijaron su mirada en el abrazo de los tres chicos.

―¿Cuándo irá a ver su nuevo trabajo? ―preguntó Hao.

―Ahora mismo ―Yoongi dijo.

―No ha terminado su turno ―Minghao miró a Min.

―Vamos Hao, sabes que necesita esto.

Minghao no quería verse egoista, pero le mantenía contento la presencia del rubio, las horas de pláticas y tardes de comidas, sus amigos no lo visitaban frecuente pero Jimin era su compañía diaria esta semana. Tenía tiempo que no se sentía tan bien acompañado.

―De acuerdo, puede irse ―respondió sin más, girándose para tomar unos libros.

―¿Todo bien Hao? ―preguntó el beta.

El peliplateado solo asintió.

―De acuerdo... Me iré, tengo que ver a Wonu y Taehyung ―Hoseok se despidió y salió de la librería.

―Vamos Jimin, te llevaré ―dijo Yoongi.

―¿Me veo bien? Es decir, presentable —habló inseguro.

―Te ves bien, si te juzga por tu apariencia entonces es un total idiota —habló Minghao sin ver a Jimin.

El rubio sonrió mirando a su mayor y luego a Yoongi susurrando: ―Iré enseguida, solo dame un momento.

Yoongi asintió ―No tardes, te veo afuera.

Cuando el pelinegro salió, Jimin caminó hasta quedar a un lado de Minghao quien revisaba sellos en los libros.

―Hyung.

―Llevamos años conociéndonos, ¿no puedes solo tutearme? Nada más me llamas así cuando... ―miró al chico―. Quieres mi atención.

Jimin asintió ―¿Me va a extrañar? —preguntó con una sonrisa.

Minghao bufó y siguió con lo suyo ―No.

Jimin sabía que Minghao mentía ―Yo también, me gusta estar aquí.

―Eres bienvenido cuando quieras, lo sabes.

Park sonrió y abrazó al peliplateado el cual solo se quedó quieto ―Sabía que si me extrañaría.

Minghao soltó una pequeña risa ―Ya vete, avísame si te aceptaron. Espero que sí, ya mereces algo bueno en tu vida, sino, sabes que eres bien recibido en mi lugar.

―Gracias Hao hyung, vendré cuando pueda, intentaré que sea seguido.

Minghao asintió suspirando ―Adiós Minnie... ―abrazó al chico por los hombros―. Buena suerte.

Al salir Jimin subió al auto junto a Yoongi en la parte trasera, dejando que el chofer los llevara a la casa de los Jeon. Jimin se sentía nervioso, Yoongi se dio cuenta debido al aroma que inundó el auto, y lo animó con unas palabras que no lograron calmar mucho.